jueves, 21 de mayo de 2009

Dos palabras (primera parte)


Ella miraba la pantalla intentando encontrar algún sentido a las imágenes que veía. Hay veces en que las situaciones nos cambian y nos marcan de por vida... lo que había hecho era una de esas cosas.
Las imágenes blanco y negro la alteraban cada vez más, debía de salir del salón, al hacerlo se generaría un problema más con respecto a las asistencias al curso, sin embargo no podía aguantar más la presión. Salió del salón y encendió un cigarrillo, inhaló y exhaló.
Las palabras de Federico retumbaban en su cabeza, no podía ser....no volvería a verlo jamás. Era demasiado tarde para dar vuelta atrás, se arrepentía de haber terminado con él, sin embargo sabía que sería lo mejor para los dos.
La relación se había vuelto cada vez más intensa, y lo que al principio eran unas horas de diversión se habían convertido en días enteros de pasión y de olvidarse del mundo, y eso no podía ni debía ser.
Él mentía a su esposa y ella mentía a quien fuera necesario con tal de escapar para ir a encontrarse con su amante. Todo era tan extraño, ¿Cómo podían entenderse tan bien si la diferencia de edad era tan grande? era un misterio, pero ella se sentía tan relajada y tan libre cuando él le decía -Eres hermosa mi niña linda- y la besaba en la frente.
Todo había comenzado un verano, cuando el les había ofrecido ayuda extra escolar a sus alumnos...-Cualquier duda que tengan, pueden acudir a mi con toda confianza-. Después de mucho pensarlo, por fin se había decidido y le había dicho las palabras que tenía grabadas en la mente como si hubiera sido ayer -Profesor, quisiera enseñarle algunos de los trabajos que hice el semestre pasado, pensé que tal vez me podría dar su opinión, quiero exponer... -Claro, con muchísimo gusto Andrea te doy la dirección y nos vemos en mi estudio mañana por la tarde ¿Te parece bien?- Ese había sido el principio de los ocho meses más intensos de su vida y ahora solo tenía ganas de dejar de respirar.

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